Nos referimos a aquellos dispositivos que instalamos en domicilios particulares y sirven para purificar el agua a través del principio físico de la osmosis inversa. La presión necesaria para conseguir este proceso se obtiene de la propia presión de la red de agua potable necesitándose que ella se encuentre en un rango determinado: entre 3 y 5 bares, permitiendo una producción diaria de entre 250 y 300 litros. O escoger equipos con bomba para alcanzar dicha presión.